
A partir del 1 de diciembre de 2025 entrarán en vigor nuevas normas que transformarán de forma significativa el mercado de los cigarrillos electrónicos. La regulación actualizada define con precisión qué ingredientes pueden incluir los líquidos, qué información debe aparecer en los envases y qué requisitos técnicos deben cumplir los dispositivos. El objetivo principal es reducir el atractivo del vapeo entre los jóvenes y ofrecer mayor transparencia a los consumidores.
Prohibición de sabores dulces, cannabinoides y sustancias de riesgo
La normativa prohíbe la venta de cigarrillos electrónicos y líquidos que contengan:
- cannabinoides y derivados
- azúcares, edulcorantes y sustancias que produzcan sabores dulces
- sustancias psicomoduladoras
- vitaminas y aditivos que sugieran beneficios para la salud
- estimulantes como cafeína y taurina
- aditivos que coloreen el vapor
- aceites y grasas minerales o vegetales
- sustancias con propiedades cancerígenas, mutagénicas o tóxicas para la reproducción
Desaparecerán así del mercado los sabores inspirados en pasteles, caramelos y otros dulces, especialmente atractivos para los menores.
Siete meses para agotar las existencias
Los productos fabricados o comercializados antes de la entrada en vigor de las nuevas normas podrán venderse durante un tiempo limitado. Los comerciantes tendrán siete meses para retirar las existencias no conformes. Después de este plazo, todos los productos deberán cumplir plenamente la normativa.
Advertencias sanitarias y envases menos llamativos
Las advertencias sanitarias obligatorias deberán imprimirse directamente en el envase, de forma permanente y claramente visible.
Los productos con nicotina incluirán un aviso sobre su fuerte carácter adictivo. Los productos sin nicotina también deberán advertir de los riesgos para la salud.
Las advertencias deberán ocupar una parte importante del envase, colocarse en el centro y no quedar cubiertas. Tampoco se permitirán textos o imágenes que minimicen los riesgos o sugieran propiedades naturales, ecológicas o saludables.
El diseño del envase deberá ser sobrio: sin referencias a dulces, juguetes o productos de belleza, y sin promociones comerciales. La meta es impedir que los cigarrillos electrónicos resulten atractivos para los menores.
Aumento del vapeo entre jóvenes y adolescentes
El uso de cigarrillos electrónicos ha crecido notablemente en los últimos años. Casi el 14% de la población vapea de manera habitual, con un incremento especialmente significativo entre los jóvenes de 15 a 24 años, más de una cuarta parte de los cuales vapea con frecuencia.
Muchos usuarios nunca han fumado cigarrillos tradicionales, lo que indica que el vapeo puede ser una primera exposición a la nicotina, sustancia que puede afectar al desarrollo cerebral, la atención, el aprendizaje y la toma de decisiones en la adolescencia.
Uso extendido de dispositivos desechables e impacto ambiental
Los cigarrillos electrónicos desechables son muy populares, aunque generan un impacto ambiental considerable debido a sus baterías integradas. En 2023 se vendieron más de 36 millones de dispositivos desechables y más de 65 millones de recargas. A nivel europeo se debate su eliminación progresiva para reducir los residuos.
Conclusión: adaptarse a las nuevas normas es imprescindible
Las nuevas disposiciones buscan proteger la salud pública, limitar el vapeo entre los jóvenes y aportar mayor claridad a los consumidores.
Para los comerciantes, esta transformación constituye también una oportunidad: adaptarse con rapidez permitirá continuar la actividad dentro del marco legal, evitar sanciones y ofrecer productos seguros y conformes.
Actualizar el surtido, revisar el etiquetado y comprobar la composición de los líquidos será fundamental. Prepararse desde ahora garantizará una transición ordenada y sin interrupciones en las ventas.
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